Rev Med UAS
Vol. 13: No. 1. Enero-Marzo 2023
ISSN 2007-8013
Morgan-Ortiz Fred1, Guzmán-Martínez Roberto Guadalupe2
Báez-Barraza Josefina3, Cervín-Báez María Sarahí1.
DOI http://dx.doi.org/10.28960/revmeduas.2007-8013.v13.n1.013
Formato PDFLas infecciones de transmisión sexual (ITS) actualmente tienen un incremento alarmante en su incidencia no solo en México sino en el resto del mundo1; es uno principales problemas de salud pública, no solo por sus repercusiones sanitarias, sino que se han convertido en un problema que afecta tanto social, física, psicológica y económicamente a quien la padece.
La infección por el virus del papiloma humano (IVPH) encabeza la lista de ITS; en los últimos años la incidencia aumentó un 700% en todo el mundo según los datos de vigilancia de enfermedades de transmisión sexual del Centro para el Control de Enfermedades en 2011.2 Los principales factores que se asocian con la IVPH son las conductas sexuales de alto riesgo, coinfección por otras ITS, múltiples de parejas sexuales, infección por VIH/SIDA, entre otros.
La forma clínica de presentación de la IVPH puede variar, desde una forma subclínica asintomática hasta la forma clínica manifestada por la presencia de verrugas genitales, incluyendo el tumor de Buschke-Lowenstein o condiloma gigante (Fig.1 A).3
Los condilomas acuminados pueden ser tratados con diversos métodos tanto médicos (Imiquimod, Acido tricloroacético, podofilotoxina, 5-fluoracilo, entre otros) y quirúrgicos a través de la extirpación con bisturí frío, electrocirugía y rayo láser; El caso que aquí se presenta fue manejada con electrocirugía, con resultados satisfactorios.4
Referencias