Rev Med UAS
Vol. 13: No. 1. Enero-Marzo 2023
ISSN 2007-8013

Candiduria y COVID-19: Características microbiológicas y factores asociados

Candiduria y COVID-19: Microbiological characteristics and associated factors

Karen Anais Pacheco-Sánchez1*, Edgar Dehesa-López2, Ruy Angesaul García-Vazquez3, Guillermo Mo-Ye1, Yoideth María de los Angeles Garay-Dixon1, Perla Yareli Gutiérrez-Arzapalo4

  1. Departamento de Medicina Interna del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma de Sinaloa.
  2. Profesor Investigador de Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS), Universidad Autónoma de Sinaloa.
  3. Laboratorio del Hospital Civil de Culiacán.
  4. Coordinación de Investigación, Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS), Universidad Autónoma de Sinaloa.

* Correspondencia: Dra. Karen Anais Pacheco-Sánchez
Prol. Álvaro Obregón 1422, Tierra Blanca, 80030 Culiacán Rosales, Sin.
Correo: kaps_94@hotmail.com --- Teléfono 6671907265

DOI http://dx.doi.org/10.28960/revmeduas.2007-8013.v13.n1.003

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Recibido 18 de enero 2023, aceptado 20 febrero de 2023


RESUMEN
Objetivo: Determinar las características microbiológicas y factores asociados y pronóstico de Candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19 en el Hospital Civil de Culiacán --- Material y métodos: Estudio observacional, retrospectivo, longitudinal. Tipo de estudio: Cohorte retrospectiva realizado en el Hospital Civil de Culiacán, México. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años hospitalizados con el diagnóstico de COVID-19; se excluyeron a mujeres embarazadas y se eliminaron los pacientes con recolección incompleta de las variables estudiadas. --- Resultados: De los 341 pacientes hospitalizados por COVID-19, el 14.4% presentó candiduria, el 51% fueron del sexo femenino, con una edad media de 61.43 años. Candida albicans fue la especie mayormente aislada con un 57.1% de los casos. El uso de esteroides (OR 3.88) y de antibióticos (OR 5.16) fueron factores asociados a la presencia de candiduria. En cuanto a la mortalidad, se encontró la edad (OR 1.051), el daño renal agudo (OR7.302) y la candiduria (OR 3.89) como factores de riesgo asociados, mientras que el uso de esteroides (OR 0.48) redujo significativamente el riesgo de mortalidad. --- Conclusiones: La candiduria es una micosis frecuente en los pacientes hospitalizados. En nuestro hospital se demostró una frecuencia de 14.4%; los factores de riesgo asociados son similares a los estudios previamente realizados en pacientes hospitalizados por COVID-19 u otras causas. La importancia del estudio se dirige al control de factores de riesgo, para así reducir las complicaciones y su asociación con la mortalidad.
Palabras clave: Candida, Candiduria, COVID-19, Micosis.

ABSTRACT
Objetives: To determine the microbiological characteristics and associated factors and prognosis of Candiduria in patients hospitalized for COVID-19 at the Hospital Civil de Culiacán. --- Material and methods: Observational, retrospective, longitudinal study. Type of study: Retrospective cohort conducted at the Hospital Civil de Culiacán, México. Patients older than 18 years hospitalized with a diagnosis of COVID-19 were included; pregnant women were excluded and patients with incomplete collection of the variables studied were eliminated. --- Results: Of the 341 patients hospitalized for COVID-19, 14.4% presented candiduria, 51% were female, with a mean age of 61.43 years. Candida albicans was the most isolated species with 57.1% of the cases. The use of steroids (OR 3.88) and antibiotics (OR 5.16) were factors associated with the presence of candiduria. Regarding mortality, age (OR 1.051), acute kidney injury (OR 7.302) and candiduria (OR 3.89) were found to be associated risk factors, while the use of steroids (OR 0.48) significantly reduced the risk. mortality risk. --- Conclusions: Candiduria is a frequent mycosis in hospitalized patients. In our hospital, a frequency of 14.4% was demonstrated; the associated risk factors are similar to studies previously conducted in patients hospitalized for COVID-19 or other causes. The importance of the study is directed to the control of risk factors, in order to reduce complications and their association with mortality.
Keywords. Candida, Candiduria, COVID-19, Mycosis.


INTRODUCCIÓN
Candida es un hongo saprófito, levaduriforme, siendo la causa más común de infecciones micóticas en el humano. La candidosis puede ocurrir durante un periodo de alteración en la inmunidad celular por exposición a factores de riesgo, que pueden llevar a cambios fisiológicos en la microbiota humana normal o cambios en el metabolismo de los carbohidratos, lo que favorece la proliferación de las levaduras en mucosas.1,2
La infección por Candida es cosmopolita, siendo Candida albicans, la especie más importante de este género. A pesar de que este hongo levaduriforme no es saprófito de la vía urinaria, al estar en estrecho contacto con la vía genital, hay contaminación por ascendencia, lo que posteriormente genera infección. Los factores de riesgo para presentar candiduria son inmunosupresión, sexo femenino, edad mayor de 65 años, diabetes mellitus, estancia hospitalaria prolongada, presencia de sonda urinaria y uso de antibióticos de amplio espectro o durante tiempo prolongado. 1,3,4,5,6,7
Las infecciones del tracto urinario son las que se producen con mayor frecuencia durante la estancia hospitalaria. Después de E. coli, los hongos son responsables del 5-12% de los casos, siendo Candida el segundo microorganismo responsable de la infección del tracto urinario nosocomial.3,5,8
Dentro del cuadro clínico, la candiduria tiene 3 categorías de severidad: colonización o contaminación-asintomática (la presentación más común) e infección de vías urinarias (cistitis o pielonefritis). Aproximadamente el 50% de los pacientes con hallazgos de candiduria se mantienen asintomáticos. Este hallazgo puede ser solamente una colonización, sin embargo, puede ser la pauta para el descubrimiento de enfermedades metabólicas que propician la proliferación de microorganismos, principalmente hongos levaduriformes como Candida.6,9
Al momento de realizar el diagnóstico de candiduria, no existe una definición estandarizada en una muestra de orina, sin embargo, es imperativo que de manera microscópica se identifiquen levaduras con o sin presencia de pseudohifas. 6,9
La mayoría de las especies de Candida spp se pueden aislar con los mismos medios de cultivos utilizados para bacterias con excepción de C. glabrata. Sin embargo, a diferencia de con las bacterias no existen puntos de corte establecidos con respecto a la UFC/ml o el método de recolección de la muestra (suprapúbica Vs bolsa). Estudios recientes con respecto a la candiduria en adultos han considerado un rango de 103-105 UFC/ml con el Instituto Nacional de Salud, utilizando como punto de corte 103 UFC/ml como definición, por lo que su presencia en pacientes hospitalizados es un evento frecuente y se deben de utilizar criterios estrictos para la diferenciación de contaminación, colonización e infección.3,7,9
Actualmente, el tratamiento se basa en dos puntos importantes, se requiere de la eliminación de factores predisponentes y control de factores de riesgo no modificables así como de tratamiento farmacológico.10,11,12,13
Debido a la dificultad que existe para definir el sitio y origen de la candiduria y si la presencia de levaduras en la orina son una infección real o colonización, se han propuesto diversos algoritmos para clasificar a los pacientes de acuerdo a sus características clínicas, en donde los paciente con candiduria asintomática se tratan de manera conservadora, controlando los factores de riesgo; con excepción de pacientes asintomáticos que se encuentren en terapia intensiva, inmunosuprimidos, neutropénicos y sometidos a procedimientos, así como en todos los pacientes sintomáticos, en donde es necesario iniciar tratamiento sistémico con ázoles o anfotericina B.10,12,13
Dentro de las complicaciones, las recurrencias de infección de vías urinarias por hongos levaduriformes del género Candida son frecuentes, esto debido al aumento de la resistencia a ázoles y a la persistencia de exposición a los factores de riesgo.14
La pandemia de COVID-19 ha sido un reto diagnóstico y terapéutico debido a que es una enfermedad infecciosa que deja estragos de manera sistémica, ocasionando un descontrol metabólico y cardiovascular importante, además de la alta mortalidad que se ha presentado durante estos dos últimos años. La enfermedad de COVID-19 por si sola puede no ser tan caótica posterior a la inmunización, esto se ha demostrado ya otras pandemias donde el causante es un patógeno viral, la mortalidad ha radicado en pacientes donde existe una confección principalmente bacteriana seguida de la fúngica. En España, se realizó un estudio de incidencia de esta correlación entre sobreinfección y COVID-19, en donde se demostró que las principales coinfecciones fueron las del tracto urinario, siendo el hongo más frecuente Candida albicans, además de tener factores de riesgo como ingreso a una unidad de cuidados intensivos, ventilación mecánica, catéter venoso central, sonda urinaria y uso de inmunomoduladores como interferon beta-1b y tocilizumab. Hay que tomar en cuenta que estos hallazgos fueron muy similares a los encontrados en Wuhan, China.15,16,17,18
Un diagnóstico oportuno de coinfecciones bacterianas y fúngicas se convierte en una herramienta terapéutica, ya que se previene el uso indiscriminado de antimicrobianos además de complicaciones secundarias al uso de estos.17,19,20 Esto es importante porque las infecciones fúngicas y bacterianas coexistentes en COVID-19, nos orientar a dar un tratamiento y a su vez, a restringir ciertas terapias como inmunomoduladores contraindicadas en este tipo de situaciones.16,20
La existencia de una sobreinfección por Candida en pacientes con COVID-19 se sospecha debido a las manifestaciones clínicas del paciente, cuando a pesar de tratamiento antibiótico presenta datos de síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y por consiguiente se aísla el patógeno fúngico causante. En pacientes con COVID-19, la infección por Candida depende en gran medida de las reacciones inmunes del huésped, ya que la pared celular de la levadura interactúa con las membranas celulares a través de proteoglucanos y aglutininas, lo que causa opsonización y todo el desarrollo de la cascada inflamatoria.19
El primer sitio de infección a sospechar es el tracto urinario, debido a la colocación de sonda urinaria, uso de antibióticos por tiempo prolongado, estancia hospitalaria como parte de la diseminación ascendente, al igual que el antecedente de comorbilidades como diabetes mellitus y el alto riesgo cardiovascular como parte de la diseminación hematógena, por lo que sin lugar a dudas, los pacientes con COVID-19 que requieren hospitalización cuentan con todos los factores de riesgo para presentar en cualquier momento Candiduria.12,14

Material y métodos.
Se trata de un estudio observacional, retrospectivo, transversal. De tipo cohorte retrospectiva. Se utilizó como universo de estudio todos los pacientes que acudieron al servicio de Medicina Interna del Hospital Civil de Culiacán a recibir atención médica por COVID-19, que requirieron hospitalización en el periodo de 18 de marzo a 2020 al 28 de febrero de 2022. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años, de ambos sexos con hospitalización por COVID-19 por más de 24 horas. Se excluyeron a mujeres embarazadas con COVID-19 y pacientes con levaduras positivas en el frotis urinario a su ingreso hospitalario. Se eliminaron pacientes con recolección incompleta de las variables estudiadas.
Se revisaron expedientes clínicos de los pacientes que se hospitalizaron en el tiempo previamente estipulado y que cumplieron con los criterios de inclusión del estudio para recabar las variables clínicas (edad, sexo, comorbilidades, fármacos utilizados, tratamiento recibido, complicaciones), radiológicas (hallazgos típicos de enfermedad por COVID-19) y de laboratorio (Examen general de orina, urocultivo) con la finalidad de detectar sus niveles de ingreso hospitalario y compararlas con las mediciones secuenciales para así detectar el momento preciso, en el que en cada caso en particular, se realizó el diagnóstico de candiduria y si esta complicación tuvo repercusión en la mortalidad de los pacientes. El protocolo diagnóstico de candiduria se inició ante la sospecha clínica, se realizó un examen general de orina centrifugando la muestra para realizar el frotis urinario con la finalidad de observar levaduras o pseudohifas. En todos los casos positivos, se realizó un urocultivo con un periodo de incubación de 72 h, a 37ºC. Se tomaron urocultivos positivos para hongos levaduriformes aquellos en donde se observó macroscópicamente colonias blanquecinas cremosas de aspecto suave; posteriormente, se realizó una determinación bioquímica de especies a través de MicroScan Rapid Yeast ID Panel, donde se colocó una muestra del cultivo en suero líquido con 50 microlitros en cada pocillo con una espera de 6 h para la determinación. Se estudiaron las variables clínicas, laboratoriales y terapéuticas descritas en el expediente clínico asociadas a cada paciente, con la finalidad de buscar una asociación de ellas con el desarrollo de Candiduria.
Para realizar el análisis estadístico, se utilizó el programa SPSS V21, en donde se realizó estadística descriptiva con medidas de tendencia central y dispersión de los datos a través de medias y desviaciones estándar para el caso de variables continuas y mediante frecuencias y proporciones en el caso de variables categóricas. La comparación entre los grupos se realizó mediante la prueba de T de Student para grupos independientes en el caso de variables continuas y mediante la prueba de X2 para las variables categóricas. Los factores asociados con el desarrollo de candiduria y mortalidad fueron determinados mediante regresión logística multivariada. Se consideró una p < 0.05 como estadísticamente significativa.

Resultados.
Se recolectaron 343 pacientes para el estudio de los cuáles, de acuerdo a los criterios de inclusión, solo se incluyeron 341 pacientes y son los que se muestran en el análisis estadístico. Se excluyó a 1 paciente por contar infección de vías urinarias fúngica por otro hongo levaduriforme distinto del género Candida. No tuvimos pérdidas de seguimiento. La frecuencia global de candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19 durante el periodo de estudio del 18 de marzo a 2020 al 28 de febrero de 2022, fue del 14.4%.
Al determinar la frecuencia de manera anual, se observó que del total de pacientes diagnosticados con candiduria (14.4%), el 67.3% fue diagnosticado en el 2020 (n=33), el 30.6% fue diagnosticado en el 2021 (n=15) y el 2% fue diagnosticado en el 2022 (n=1). Dentro de las características de los pacientes, se dividieron en dos grupos, los pacientes con diagnóstico de COVID-19 sin candiduria y los pacientes con diagnóstico de COVID-19 con candiduria. Dentro del primer grupo, los pacientes con COVID-19 sin candiduria, la edad media fue de 55.33 años (+/- 15.81) y el género masculino fue el más prevalente con un 65.41% de los pacientes (n= 192); la obesidad fue la comorbilidad más frecuente con un 46.9% de los casos; las manifestaciones clínicas mayormente presentadas fueron la fiebre (79.5%) y la disuria (63%), ningún paciente presento tenesmo vesical ni pneumaturia; el daño renal agudo fue la complicación más frecuente (30%); el 60.6% de los pacientes usaron antibióticos y el 83.2% usaron esteroides. El 42.8% de los pacientes de este grupo fallecieron. En el grupo de pacientes hospitalizados por COVID-19 con candiduria, el género femenino fue el más prevalente con un 51% (n= 25), con un edad media de 61.43 años (+/- 14.003); la hipertensión arterial sistémica fue comorbilidad más frecuente con un 57.1% de los casos; las manifestaciones clínicas mayormente presentadas fueron la disuria (73.5%) y fiebre (51%); el 100% de los pacientes presentó coinfecciones y el 16.3% presentó choque séptico; el 69.4% de los pacientes usaron antibióticos y el 28.6% usaron esteroides. El 22.4% de los pacientes de este grupo fallecieron (Cuadro 1).


Dentro de los estudios de laboratorios realizados en los pacientes con COVID-19 con candiduria, se obtuvo una media de conteo leucocitario de 17330 cels/mm3 al momento del diagnóstico de candiduria. Se utilizó la proteína C reactiva cómo marcador de inflamación sistémica, teniendo una media de 80 mg/L. Además, se calculó una media de creatinina sérica de 0.86 mg/dl. Dentro de las características microbiológicas, primeramente se realizó un examen general de orina para comprobar la presencia de levaduras en el sedimento, en donde se dividieron en 3 grupos, levaduras escasas, moderadas y abundantes. De los 49 pacientes con diagnóstico de candiduria, el 12.2% presentaron levaduras escasas (n=6), 14.3% presentaron levaduras moderadas (n=7) y 73.5% presentaron levaduras abundantes en el sedimento urinario (n=36). Tras recolectar los 49 exámenes generales de orina positivos con levaduras, se continuó con la realización del urocultivo en agar Saboraoud a temperatura de 37ºC, en donde se reportaron positivos para hongos levaduriformes a las 72 hrs con hallazgos macroscópicos característicos de colonias cremosas, blanquecinas y pequeñas. Se realizaron pruebas bioquímicas para la determinación de especie, en donde, de los 49 cultivos positivos para hongos levaduriformes en el 42.9% se aisló Candida spp (n=21), en el 53.1% se aisló Candida albicans (n=26) y en el 4.1% se aislaron otras especies de Candida (n=2).
Dentro de los factores de riesgo asociados para presentar candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19, se realizó un análisis multivariado en donde se demostró que la edad (OR 1.029), el uso de antibióticos (OR 5.898) y el uso de esteroides (OR 2.593) son factores de riesgo asociados para la presencia de candiduria; se encontró una tendencia asociada a protección en el sexo masculino, aunque no se obtuvieron resultados estadísticamente significativos. (Cuadro 2).


Mientras que dentro de los factores de riesgo asociados a mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19, se realizó un análisis multivariado en donde se demostró que la edad (OR 1.045), el daño renal agudo (OR 4.218) y la candiduria (OR 5.715) son factores asociados al aumento de mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19 (Cuadro 3).


Discusión.
La candiduria constituye a una entidad patológica que se define como la infección de vías urinarias ocasionada por levaduras del género Candida. Esto se debe a la diseminación ascendente de hongos levaduriformes que son saprófitos en otras áreas corporales, provocando signos y síntomas generales de cualquier infección como fiebre y ataque al estado general, así como signos y síntomas urinarios como disuria, pneumaturia, dolor tipo urente en zona pélvica y tenesmo vesical.5,7,9
De los pacientes captados con COVID-19 durante el periodo estudiado de 2020 al 2022 se incluyeron inicialmente 343 pacientes, de los cuales durante su hospitalización se realizó el examen general de orina a aquellos que mostraran signos y síntomas de reinfección, así como datos laboratoriales, se recabaron 51 exámenes generales de orina con levaduras en el sedimento, a los cuales posteriormente se les realizaron pruebas bioquímicas en donde se eliminaron dos cultivos distintos del género Candida, por lo que se captaron 49 pacientes con candiduria. Tomando en cuenta que actualmente no se han encontrado estudios relacionados con candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19, esta frecuencia se comparó con aquellos pacientes sin COVID-19, la cual fue ligeramente mayor que estudios descriptivos realizados por el Hospital General de México, en donde la prevalencia de la enfermedad va del 10-12% dentro de los pacientes hospitalizados.1,17,18
Los factores de riesgo suelen ser variados, aunque el grupo etario constituye un factor importante para presentar la enfermedad, de acuerdo a la guía de las IDSA para el diagnóstico y tratamiento de las infecciones por Candida y la Organización Panamericana de la Salud, las personas mayores de 65 años son las más afectadas por esta enfermedad, datos encontrados en relación a los pacientes incluidos en la investigación realizada ya que en aquellos pacientes con candiduria la media de edad fue de 61.43 años (+/- 14.003). Sin embargo, de acuerdo a los estudios realizados previamente, principalmente en la guía de la IDSA y la OPS, el principal factor de riesgo no radica en la edad sino en la presencia de comorbilidades. En nuestra investigación se encontró que el 30.8% de los pacientes (n=105) presentó diabetes mellitus y el 45.2% de los pacientes (n=154) presentó obesidad, sin embargo, de los 49 pacientes que fueron diagnosticados con candiduria, solo el 32.9% fueron diagnosticados con diabetes mellitus (n=16) y el 34.7% fueron diagnosticados con obesidad (n=17). 4,5,7
Nebreda y colaboradores, mencionan que todos los pacientes diagnosticados con COVID-19 tienen el riesgo de presentar cualquier enfermedad fúngica debido al uso de esteroides, debido al descontrol glucémico y al aumento del grado de inmunosupresión. Del total de pacientes incluidos en nuestro estudio, el 81.2% de los pacientes usó de esteroides durante su hospitalización por COVID-19 (n=277), dando como resultado que el 77.6% de los pacientes con candiduria y COVID-19 usaran esteroides durante su hospitalización. 4,5,17
Otro factor de riesgo importante para la presencia de candiduria en pacientes hospitalizados es el género, en donde Arenas y colaboradores, llegaron a la conclusión de que el género femenino tiene más riesgo de presentar candiduria debido al tipo de diseminación en como se presenta la enfermedad y las estructuras anatómicas circundantes. En nuestro estudio encontramos que el género masculino es el más prevalente con diagnóstico de COVID-19, sin embargo, el género femenino fue el más diagnosticado con candiduria durante su hospitalización. 17,18
Las manifestaciones clínicas de la candiduria suelen ser diversas y distintas de las infecciones de vías urinarias de origen bacteriano, sin embargo, de acuerdo a Maldonado y colaboradores, la disuria y la pneumaturia es el síntoma más prominente en la candiduria debido al crecimiento fúngico excesivo, estos datos fueron encontrados en nuestro estudio, sin embargo, no fueron estadísticamente significativos, encontrando la disuria como la principal manifestación clínica de los pacientes con candiduria en nuestro estudio.3
Las anormalidades de laboratorio son otros criterios confiables que guían hacia el diagnóstico de candiduria aunque principalmente el diagnóstico sea clínico; generalmente incluyen anormalidades de hemoconcentración y alteraciones en marcadores inflamatorios, ademas de causar complicaciones como aumento de los niveles de nitrógeno ureíco en sangre y creatinina debido a replicación e infección fúngica levaduriforme. 14,15,19
Leucocitosis secundaria a neutrofilia, además de la desviación a la "izquierda" a formas inmaduras, formas de banda, y la presencia acidosis metabólica a menudo indica sepsis; de acuerdo a Zamora y colaboradores, en su artículo sobre la frecuencia y susceptibilidad antifúngica de Candida spp. (No albicans) aislada de pacientes de unidades de cuidados críticos de un hospital de tercer nivel del norte de Perú, se reportó que la leucocitosis era un factor predisponente para la sospecha de candiduria en pacientes hospitalizados, donde se reportaba un aumento de leucocitos séricos arriba de 12 mil cels/mm3. Comparado con nuestro estudio, se encontró que los pacientes que presentaban candiduria durante su hospitalización por COVID-19, tenían una media de leucocitos séricos al momento del diagnóstico de 17330 cels/mm3.4,5
A pesar de que los marcadores inflamatorios no son estudios de laboratorio de rutina para el diagnóstico de candiduria, su uso inició a para evaluar la gravedad y el pronóstico de los pacientes diagnosticados en COVID-19, en donde la sospecha de coinfecciones prevalecía y cada vez era más incidente. Messina y colaboradores en su estudio sobre las infecciones fúngicas en pacientes con COVID-19, utilizaron los marcadores inflamatorios como un marcador de gravedad en este tipo de enfermedades, por lo que en nuestro estudio se utilizó la proteína C reactiva como marcador de inflamación sistémica, teniendo una media de 80 mg/L.20
A pesar de los múltiples tratamiento utilizados para el COVID-19, el tratamiento de elección para las infección fúngicas con o sin COVID-19 son loa ázoles, principalmente el fluconazol sistémico. Jimenez y colaboradores, al igual que Bonifaz y colaboradores, mencionan el uso de fluconazol como tratamiento estándar para infección de vías urinarias ocasionada por hongos levaduriformes, principalmente causadas por el género Candida. En nuestro estudio se demostró que el uso de fluconazol confería un factor protector para la presencia de candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19. 1,2,17
Dentro de las complicaciones asociadas, actualmente no se han encontrado estudios que evidencies complicaciones asociadas a candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19 ni en pacientes en los que solo se presente candiduria sin ninguna otra coinfección, por lo que los hallazgos en nuestro estudio relacionando el daño renal agudo como factor de riesgo para presentar candiduria aperturan la posibilidad de realizar futuras investigaciones al respecto, aunque solo el 18.4% de los pacientes con candiduria presentaron daño renal agudo y el resto presentaba una media de creatinina sérica de 0.86 mg/dl. 15,18,19
Huang S y colaboradores en su estudio sobre los efectos de la colonización de candiduria en unidades de cuidados intensivos, relaciona la mortalidad con los diversos factores de riesgo previos presentados por los pacientes, ademas de las complicaciones presentadas durante su hospitalización. En nuestro estudio se demostró que que la edad (OR 1.045), el daño renal agudo (OR 4.218) y la candiduria (OR 5.715) son factores asociados a mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19, por lo que se demuestra que la candiduria eleva el riesgo de mortalidad en pacientes hospitalizados por cualquier causa y no solo por COVID-19. 14,15,19
La presencia de comorbilidades y hospitalización prolongada por cualquier causa, relacionado con la presencia de signos y síntomas urinarios se pueden observar frecuentemente, pero el diagnóstico conciso puede ser más complicado que solo basarnos en los antecedentes y las manifestaciones clínicas. Se debe considerar esta entidad clínica en pacientes evaluados previamente con antecedente de inmunosupresión y la presencia de comorbilidades como diabetes mellitus o el uso de antibióticos o esteroides por tiempo prolongado.
Hasta el momento, las infecciones fúngicas en pacientes hospitalizados incrementaron en un 200% debido a la pandemia por SARS-CoV2, sin embargo, las micosis mas descritas son la candidemia y aspergilosis pulmonar e invasiva; actualmente no se ha estudiado la existencia de candiduria ni su asociación con la mortalidad en estos pacientes.
La importancia de este estudio radica en que la frecuencia de candiduria en pacientes hospitalizados por COVID-19 fue del 14.4%, es decir, más de lo reportado en otros estudios previos en pacientes sin COVID-19; lo que conlleva a la oportunidad de estudiar más profundamente la infección por SARS-CoV 2 como un factor de riesgo para presentar candiduria o cualquier otra enfermedad fúngica, además de determinar como factor de riesgo el tratamiento usado para esta enfermedad.

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