Rev Med UAS
Vol. 10: No. 3. Julio-Septiembre 2020
ISSN 2007-8013
DOI http://dx.doi.org/10.28960/revmeduas.2007-8013.v10.n3.001
La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2 ha representado tanto oportunidades como verdaderos retos para la investigación en medicina. En los primeros meses nos enfrentamos a una mínima cantidad de estudios provenientes de China, el país donde inició el primer brote. Pronto, la aparición de artículos relacionados a COVID-19 fue tan explosiva como la misma propagación del virus. Al día 25 de septiembre, 2020, se habían incluido y clasificado 45,621 artículos sobre COVID-19 en la plataforma L•OVE (Living OVerview of Evidence) de la Fundación Epistemonikos ( https://app.iloveevidence.com/covid19).
La urgencia de generar y diseminar conocimiento hizo que se popularizaran los servidores preprint, sitios donde se pueden compartir estudios de investigación recién terminados, pero sin aún tener revisión por pares. Por un lado, esto permite conocer resultados que podrían ser pertinentes con mayor velocidad y sin tener que esperar todo el proceso editorial de una revista médica. Sin embargo, esa falta de evaluación hace que estudios de muy baja calidad tengan visibilidad y que incluso se usen para tomar decisiones clínicas.
De igual forma, las redes sociales han servido para bien y para mal en esta transferencia del conocimiento. Los estudios publicados pueden tener mayor visibilidad e incluso “viralizarse” si se comparten en Twitter, Facebook o WhatsApp. Esto es benéfico cuando se trata de estudios con metodología apropiada, pero perjudicial cuando no la tienen. Las conclusiones se amplifican en las redes sociales aún cuando no existe certeza sobre las mismas.
Ante el acúmulo de estudios es necesaria la síntesis y análisis de la evidencia. En este punto resalta otro problema que ha surgido: la duplicación innecesaria de múltiples revisiones sistemáticas tratando de responder una misma pregunta de investigación. Tan sólo sobre la eficacia de la hidroxicloroquina para el tratamiento o prevención de COVID-19 se pueden identificar más de 90 revisiones sistemáticas en la plataforma L•OVE. Aunque hay situaciones en las que es recomendable repetir o reproducir de nuevo una revisión sistemática usando los mismos métodos de la inicial para verificar resultados y conclusiones, el número de revisiones repetidas que responden distintas preguntas del SARS-CoV-2 borda en lo absurdo.
Como profesionales de la salud somos responsables de generar conocimiento, haciendo objetiva nuestra experiencia mediante estudios de investigación locales, en colaboración regional, nacional o internacional. También somos responsables de tomar decisiones clínicas basadas en nuestra experiencia, en la individualidad del paciente, y en las pruebas generadas por método científico. Y somos responsables de ir haciendo cambios en la práctica clínica, aceptando con humildad nuevas evidencias, incorporando nuevos tratamientos o medidas preventivas cuando estén disponibles y se basen en estudios de alta calidad, y suspendiendo el uso de medicamentos, como la hidroxicloroquina, para los que la investigación ya nos brinda suficiente certeza de que no aportan ningún beneficio clínico en la evolución de esta impredecible enfermedad.
Autor de correspondencia:
Giordano Pérez Gaxiola, giordano@pediatrica.org
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-3770-5974
Departamento de Medicina Basada en la Evidencia, Hospital Pediátrico de Sinaloa “Dr. Rigoberto Aguilar Pico”.
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